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VEGEFOBIA es ESPECISMO

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«Todos los domingos mi familia me maldecía y decía malas palabras», «Mi papá empujaba violentamente mi cabeza contra el plato, gritándome», «Mi mamá se paró y me dio una cachetada», «Mis padres se rehusaron a verme a mí y a sus nietos durante 4 años»- esos son solo unos pocos de los testimonios recogidos durante el Primer Orgullo Veggie Internacional en mayo de 2013 en Ginebra, contando cómo los miembros de la familia reaccionaban cuando escucharon que su hijo o hija no comería más animales. Si hay vegetarianos/veganos quienes, al «salir del clóset» como tales, no fueron vistos con desaprobación o tratados con agresión por parte de sus familias, es porque tuvieron suerte o tuvieron padres vegetarianos/veganos.

Pero incluso esos pocos afortunados todavía tienen problemas para encontrar comida vegana balanceada -algo más que lechuga y papas- en las cantinas, la mayoría de los restaurantes (en algunas partes del mundo, casi todos los restaurantes), fiestas de amigos carnistas, hospitales, aviones, etc. Y todavía siguen siendo el blanco de risa, comentarios ofensivos, exclusión, y a veces hasta ‘bullying’ de personas que no son de su familia, gente que en la mayoría de los casos son amigos o compañeros de trabajo. “Te hubiera invitado a cenar pero eres vegano, así que eso no es divertido”. (en testimonios vegefóbicos del Orgullo Veggie).

Y después hay verdaderos desafortunados. Vegetarianos/veganos que dejaron de confiar en sus doctores porque –obviamente al no haber recibido educación apropiada en la materia- él/ella les dijeron que no podían sobrevivir sin comer carne y/o productos animales, y quienes, en caso de enfermedad, tratan de medicar a sus niños pero no se dan cuenta de que la enfermedad es más seria de lo que esperaban y pierden a sus hijos… Hay quienes están mal diagnosticados porque su doctor piensa que cada problema es a causa de una dieta libre de carne, y mueren por una enfermedad completamente diferente, la cual el doctor no buscó… Y, están aquellos que pierden la custodia de sus hijos porque son veganos y crían a sus hijos como veganos, como los padres de Joachim, el niño francés (http://www.soutien-affaire-joachim.fr).

Por todas esas razones, un grupo francés de activistas inventó la palabra “vegefobia” durante la primera reunión de Orgullo Veggie en 2001. “Vege”, que significa vegetariano/vegano por los animales (razones éticas) y “fobia”, que quiere decir miedo, rechazo, y todas sus consecuencias, como en la “homofobia”, o la “xenofobia”.

ORGULLOSO DE NO COMER ANIMALES

Es importante darnos cuenta de por qué esta palabra fue creada precisamente durante un Orgullo Veggie: los Orgullos Veggies comenzaron en Francia en 2001, y hay manifestaciones anuales durante las cuales la gente que se niega a comer animales “sale del clóset”, hablan sobre eso, les muestran a todos que ellos existen, y le recuerdan a la sociedad que tienen derechos. Unos de los objetivos de esto es reunir a veganos y vegetarianos, y pedirles a cada uno de ellos que se convierta en un portavoz de la causa de los animales, en lugar de permanecer inadvertido y oculto. El manifiesto del Orgullo Veggie dice lo siguiente:

“Los animamos a que expresen su orgullo de ser vegetariano/vegano, para unirse a la lucha contra los prejuicios en contra de los vegetarianos/veganos, y en la defensa de sus derechos como ciudadanos. En efecto, la opresión de los animales no-humanos también implica una violación de los derechos de los seres humanos”. Entre estos se encuentran los siguientes:

–  El derecho a comer correctamente en los comedores de los lugares de trabajo, en hospitales, en cárceles, y en cualquier otro lugar público para comer.

–  El derecho a consejo e información médica imparcial.

– El derecho a criar a nuestros hijos de acuerdo con nuestras convicciones, y sin que por eso ellos sean marginados.

– El derecho a rechazar un trabajo que vaya en contra de nuestras convicciones éticas.

– El derecho de responder en los medios a todos aquellos que eligen criticar nuestro estilo de vida.

Y agrega:

“No estamos dispuestos a que usen nuestros impuestos para respaldar la crianza y matanza y la pesca por el gusto de otros”.

Ya no estamos dispuestos a que nuestras acciones e ideas sean sistemáticamente silenciadas. Ya no aceptamos que las únicas voces públicas sean las de las corporaciones e intelectuales que defienden el consumo de carne.

Demandamos un debate abierto”.

UNA SOLIDARIDAD POLÍTICA

El Orgullo Veggie es, por lo tanto, una manifestación política. La filósofa italiana Agnese Pignataro escribió que a causa de que el Orgullo Veggie dice no a la explotación, matanza, y producción de sistema, el orgullo que expresa, es de desobediencia. Agrega que el objetivo de los manifestantes no es el de convencer a individuos particulares de ser como ellos, sino mostrarles su gesto de decir no como un público, como una impugnación de uno de los pilares –el más secreto y escondido- de la sociedad, y que al pedir que sus derechos deben ser respetados no están –como algunos puedan pensar- egoístamente protegiéndose a ellos mismos y a su comunidad, sino por el contrario, están extendiendo su solidaridad en la mayor manera posible. “Una solidaridad que consiste precisamente en proyectar en los animales no-humanos, quienes en la sociedad humana son el no-ser, el vacío, la nada, el ser que está doblemente reconocido por nosotros, como humanos y como ciudadanos. Por esa razón, entre otras, el Orgullo Veggie es una experiencia que va más allá de la compasión. […] Consecuentemente, en el Orgullo Veggie, la identificación con el animal no-humano explotado en la industria alimentaria por los vegetarianos no solamente representa un simple proyecto emocional, sino la expresión de un conocimiento de una comunidad de un destino común dentro de un mundo de relaciones comunes, de seres sensibles; en resumen, es una solidaridad política.

LA NEGACIÓN FÍSICA DE LOS ANIMALES
MEDIANTE LA NEGACIÓN SIMBÓLICA DE LOS VEGetariANOS

¿Por qué es tan crucial para los organizadores de las manifestaciones del Orgullo Veggie pedir a los veganos y vegetarianos que sean las voces de los animales no-humanos? Porque muchos de ellos han cesado. No dispuestos a enfrentar la presión social, la burla, la broma, la demanda omnipresente para la justificación, el ostracismo, muchos vegetarianos/veganos empiezan a citar la salud y/o razones del medio ambiente (aquellas respetadas y aceptadas por todos) o simplemente una aversión por la carne (no puedes discutir sobre gustos) como la razón por la cual no comen animales. Acá es cuando la vegefobia cumple su objetivo: borra el tema de los derechos animales del debate público, y hace el no comer carne una opción personal. Y los animales pierden la única voz que tienen en nuestra sociedad.

La presión social de comer carne es tan grande, que algunos incluso dejan de ser vegetarianos/veganos, porque no quieren ser excluidos, porque no quieren ser constantemente objeto de burla, ser eternamente cuestionados, lo cual, en la mayoría de los casos, es de cero valor intelectual (“¡¿Qué les pasaría a todos los cerdos y las vacas si dejáramos de criarlos para que sean comida?! ¡¿Quieres que mueran?!”). Todos los vegetarianos no son iguales enfrentando esta presión. Un nuevo vegetariano, un niño, una persona tímida, aislada de su grupo social, no necesariamente va a ser capaz de lidiar con esto.

Por las mismas razones, otros se abstienen de volverse alguna vez vegetariano/vegano. Incluso destacados intelectuales tal como Richard Dawkins, quien en una entrevista con Peter Singer, admitió que la única razón por la cual no es vegetariano es porque no es la norma social. O la filósofa francesa Elizabeth de Fontenay, quien a pesar de haber dedicado la mayor parte de su trabajo a los problemas de los derechos animales, incluyéndose su largo ensayo de alrededor de 1000 páginas Le silence des bêtes, dice que no puede ser vegetariana porque, a pesar de nunca olvidarse de la matanza de animales, toma demasiado en cuenta la tradición de la convivencia.

UNA DOMINACIÓN PATRIARCAL

¿Por qué la presión social de comer carne es tan grande? Hay dos grandes razones para eso: una es que vivimos en una sociedad profundamente especista, y la otra es que a la sociedad en general no le gusta nada que se destaque fuera de la norma.

Solamente por su mera presencia, los vegetarianos, cuestionan el status quo. Porque no consumir carne es una manera de cuestionar la dominación humana y sus privilegios. Por siglos, los humanos han tenido el hábito de usar y explotar a otras especies para sus fines propios. Algunos piensan que el problema va todavía más allá de eso. En Toppling Patriarchy with a Fork, Marti Kheel, escribió: “Un factor importante que refuerza el consumo de carne en el mundo occidental, argumenté, son sus íntimos lazos con la identidad masculina. El comer carne es ambas cosas, una expresión de una visión del mundo patriarcal, así como también uno de sus soportes centrales. Es un símbolo de dominación sobre el mundo natural que ha sido íntimamente atado a la dominación de las mujeres.” Agrega: “Los animales son mantenidos en “granjas”, así como las mujeres son mantenidas en “familias”. Significantemente “familia” deriva de la palabra romana “famulus”, que significa “esclavo” y hace referencia a la propiedad legal del marido sobre su esposa y sus hijos”. En “Eating Well” (“Comiendo Correctamente”), Jacques Derrida introduce la idea “carnofalogocentrismo”. Esto es, como explica Matthew Calarco en el prefacio escrito por Carol J. Adams, Las políticas sexuales de la carne, “un intento de nombrar a las prácticas primarias sociales, lingüísticas y materiales que van a convertirse, y seguir siendo, un tema genuino en Occidente. [Derrida] sugiere que, para ser reconocido como un sujeto completo, uno debe ser un comedor de carne, un hombre, y un yo que habla con autoridad.”

El vínculo entre el comer carne y la dominación patriarcal es algo que también es explicado en el primer folleto sobre Vegefobia por sus autores Sara Ferge e Yves Bb. “La vegefobia a menudo tiene connotaciones sexistas: sensibilidad y sentimientos irracionales son “cualidades femeninas”, un ‘hombre de verdad’ es racional y siempre controla sus emociones, debe comer carne sin reparos.”

Hay muchos testimonios de hombres, quienes alguna vez decidieron volverse vegetarianos, automáticamente sospecharon que podrían ser gay. “¡Lo siguiente que vas a decirme es que eres gay!” Es lo que un amigo mío escuchó de su padre. “¡Entonces ni siquiera eres un hombre de verdad!” Es lo que el padre de otro amigo vegano escuchó de su doctor. El parecido entre vegefobia y homofobia aparece claramente.

DESAFIANDO LA NORMA

La homofobia proviene de un orden social basado en una clara asignación del género masculino y femenino, dominación masculina y heterosexualidad. Quiere suprimir la homosexualidad masculina y femenina (ridiculizando, escondiendo, atacando), porque constituye una amenaza a los ideales del género dominante y la dominación patriarcal. Similarmente, la vegefobia deriva de un sistema basado en una estricta diferencia entre animales y humanos, en la negación de considerar los intereses de los animales y  la dominación humana de los animales.

“Los individuos que desafían el mandato obligatorio de comer carne encuentran obstáculos similares a aquellos enfrentados por gente que desafía la norma de heterosexualidad”. Así como una mujer es considerada incompleta sin un hombre, así también comidas vegetarianas son vistas como incompletas sin la adición de carne. Y así como la gente muchas veces se pregunta cómo una lesbiana puede posiblemente encontrar satisfacción sexual sin un hombre, mucha gente se pregunta cómo los vegetarianos posiblemente pueden encontrar satisfacción en la dieta sin carne. La gente les pregunta a los vegetarianos “¿Qué comes?” con la misma combinación de incomprensión y desconcierto que les preguntan a las lesbianas “¿Qué haces?”, En cada caso, la gente se imagina que la persona está incompleta o privada, carente de una identidad sexual o dietaria. Un número de vegetarianos denunciaron que tenían más dificultad ‘saliendo del clóset’ como vegetarianos que como gays”. Martí Kheel en Toppling Patriarchy with a fork.

Para ver que el parecido entre vegefobia y homofobia no pretende de ninguna manera una competencia enfermiza que mostraría los que sufren más (como algunas personas parecen pensar) sino que es para entender que las raíces del problema vienen de la misma fuente, y ver que los mecanismos son similares.

TEMERLE A LOS VEGetariANOS
ES TEMERLE A LOS MATADEROS

“Los animales son sometidos a una increíble violencia. Desde el momento en que decimos y mostramos que nos solidarizamos con ellos no comiendo sus cuerpos, es inevitable que esa violencia salga en la manera en que somos tratados. La vegefobia es la huella en nosotros de la violencia causada a ellos”, escribió David Olivier en su artículo. La vegefobia es una parte integral de la opresión animal. Y agrega “La violencia causada a los animales no es un simple proceso mecánico. Es el primero y principal, basado en la negación a escuchar: escuchar el grito del cerdo que tiene miedo y no quiere morir, a escuchar a la vaca que quiere encontrar a su cría. Vegefobia es rehusarse a escuchar a los vegetarianos: el rechazo de cualquier debate real sobre la legitimidad del consumo de carne. La violencia causada a los animales es entonces una imposición: la de morir. Para nosotros, la vegefobia quiere imponer el acto de comerlos”.

A la gente no le gusta escuchar a los vegetarianos/veganos hablar de por qué se rehusan a comer animales. Tienen miedo de discutir con ellos porque tendrían que enfrentar el hecho horrendo de ser parte de un sistema que cause tales tremendos sufrimientos y billones de muertes cada año, sin mencionar la destrucción del medio ambiente y pauperización de las sociedades de los países del tercer mundo. Los vegetarianos/veganos les recuerdan que el mundo está lleno de injusticia y si sienten que no quieren o no pueden hacer algo sobre eso, prefieren reirse de eso antes que hacer algo que pueda hacerlos sentir mejor. Quizás ni siquiera se dan cuenta de que cuando se burlan de los vegetarianos/veganos, se burlan del sufrimiento de los animales.

UN TEMA SOCIAL

Afirmar que los vegetarianos/veganos por razónes éticas son víctimas de vegefobia, no quiere decir que se van a convertir en otro grupo oprimido. Implica llevar el tema del especismo a un debate público. Vegefobia es una hostilidad en contra del cuestionamiento del especismo. Destacando que la vegefobia está destinada a ayudar a sus víctimas a que puedan manejar mejor los ataques, y entender que no son ellos el blanco, sino los animales asesinados para el consumo. También tiene la intención de mostrar que aquellos que atacan a los vegetarianos/veganos son víctimas de nuestra sociedad especista, y que solamente reproducen los patrones que fueron enseñados. No deberíamos culpar a los individuos, sino al sistema. Es importante que todos veamos que la vegefobia no es un asunto personal, sino un asunto social, relacionado con el hecho de que los vegetarianos/veganos son oponentes a un sistema de dominación. Este sistema se defiende a si mismo creando un conjunto de normas sociales que han sido nombradas “vegefobia”, y que previene cualquier mejora del destino de los animales porque detiene la difusión de ideas y distorsiona el debate. Esta es la razón por la cual es tan importante exponerlo y pelear, porque mientras la vegefobia no sea considerada perjudicial y no sea tomada seriamente, van a ser los animales los sacrificados para el consumo quienes no van a ser tomados seriamente.

Autor: Jola Cora
Traducido por: Micaela G. Páramo

Fuente: https://jolacora.wordpress.com/2014/01/13/vegephobia-article/

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Si estas en contra del ESPECISMO adhiere con tu firma para Luchar Contra la VEGEFOBIA, Súmate a la Petición al INADI Instituto Nacional Contra la Discriminacion.
Petición →  https://www.change.org/p/inadi-instituto-nacional-contra-la -discriminaci% C3% B3n-que-reconozca-a-la-vegefobia-como-un-tipo-de-discriminaci% C3% B3n

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