
Srila Prabhupada, fundador y maestro espiritual de la Asociación Internacional
para la Conciencia de Krishna
El bhakti-yoga, o la ciencia de la devoción a Krishna, ha sido fielmente transmitido de generación en generación para preservar la salud espiritual de la humanidad. La cultura védica considera que el que abastece los caprichos del cuerpo y de la mente, abandonando las necesidades del alma, está infectado de la enfermedad del materialismo.
Al igual que los doctores recetan una medicina, o una dieta especial, para una enfermedad, los sabios védicos recomiendan el canto de los nombres sagrados de Krishna como la medicina para la enfermedad del materialismo, siendo el prasada la dieta. Está predicho en las escrituras védicas que este remedio para curar el sufrimiento humano llegará a todas las ciudades y pueblos del mundo. Ansioso de acelerar el cumplimiento de esta predicción, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, siguiendo los pasos de sus grandes predecesores espirituales, dedicó su vida a la propagación de la conciencia de Krishna. En 1965, dejó la India para ir a los Estados Unidos y enseñar la conciencia de Krishna a los occidentales, según su maestro espiritual, Su Divina Gracia Bhaktisiddhanta Sarasvati, le había pedido varios años atrás. Srila Prabhupada no estaba atemorizado ni por su edad avanzada ni por los muchos obstáculos que iban a aparecer. Confiando totalmente en la misericordia de Krishna, empezó lo que iba a convertirse en un movimiento mundial, en la forma de la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna (ISKCON). Entre 1965, cuando Srila Prabhupada llegó a América procedente de la India, y 1977, cuando abandonó este mundo, se dedicó a presentar la totalidad de la vida espiritual a través de sus charlas, cartas, libros y grabaciones; y también, con su ejemplo personal. Estableció más de cien templos, tradujo casi ochenta volúmenes de literatura espiritual e inició a casi cinco mil discípulos.
Srila Prabhupada actuaba impulsado por un sentimiento de Urgencia, pues podía darse cuenta de que el mundo estaba necesitado de la gran cultura espiritual de la India, cultura que, por otra parte, estaba desapareciendo rápidamente.
En la India vio como muchos gobernantes, que ni tenían fe en las enseñanzas védicas ni conocimiento de cómo aplicarlas, estaban intentando resolver problemas, esencialmente espirituales, con soluciones materiales. También vio como las nuevas generaciones indias se alejaban de su sublime herencia espiritual, para acercarse al materialismo occidental; al mismo tiempo, mucha gente occidental, desilusionada por el materialismo, estaba buscando una nueva vida de valores morales más elevados.
Srila Prabhupada estaba excelentemente informado de los problemas de la India y de Occidente; fue por eso que pudo ofrecer una solución juiciosa. A la India, que aún tenía algo de visión espiritual, pero una gran carencia de tecnología, la comparó con un hombre cojo, ya los países occidentales que se exceden en tecnología, pero están faltos de una visión espiritual, con un hombre ciego. Si el cojo que ve se sube a los hombros del ciego que puede andar, darán origen a un hombre nuevo, que verá y caminará. La Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna es ese hombre que ve y anda, que aprovecha lo mejor de la India y lo mejor de Occidente para revivir la cultura védica de la India y propagarla por todo el mundo.
La conciencia de Krishna, solía decir a menudo Srila Prabhupada, no es algo árido, y el prasada es la prueba que confirma sus palabras. Srila Prabhupada enseñó a sus discípulos a cómo preparar muchas clases de platos vegetarianos, cómo ofrecérselos a Krishna, el Señor Supremo, y cómo apreciar los alimentos santificados como una misericordia de Krishna. Srila Prabhupada disfrutaba viendo a sus discípulos comer prasada de Krishna. Muchas veces él, personalmente, cocinaba prasada y lo servía a sus discípulos con sus propias manos.
En el segundo volumen del libro Prabhupada Nectar, Su Divina Gracia Satsvarupa dasa Goswami describe el ánimo con el que Srila Prabhupada distribuía prasada a los demás: «Le gustaba dar prasada de su mano, ya todos les gustaba recibirlo. No era tan sólo comida, sino la bendición del bhakti, la esencia del servicio devocional. Srila Prabhupada daba prasada feliz, calmo, sin discriminación alguna. Cuando le daba a los niños, a estos les agradaba el sabor del prasada, ya fuera una galleta o un dulce, y Prabhupada, que estaba sentado en el vyasasana (sitial del maestro espiritual), les satisfacía inclinándose hacia ellos. A las mujeres les agradaba, pues era una ocasión especial de acercarse y extender sus manos ante Prabhupada. Se sentían satisfechas y castas. Grandes hombres se acercaban expectantes, como niños, empujándose a veces los unos a los otros para recibir la misericordia de Srila Prabhupada. Esto era importante y serio para Srila Prabhupada que, personalmente, se aseguraba que hubiera una gran fuente preparada para distribuir. Aunque, en la actualidad, la distribución de prasada en el movimiento de la Conciencia de Krishna se realiza a gran escala, tal y como deseaba Srila Prabhupada, todo comenzó de su propia mano, según iba distribuyéndolo, pieza a pieza.»
Srila Prabhupada enseñó que dar prasada a los demás es una parte importante del modo de vida consciente de Krishna. Srila Prabhupada decía que un movimiento espiritual que no reparte gratuitamente alimentos santificados, es inútil. Quería que el reparto gratuito de prasada fuera parte de cada ceremonia del movimiento Hare Krishna. Srila Prabhupada, confiando sin duda alguna en que la potencia espiritual del prasada eleva a la humanidad a la conciencia de Dios, quería que todo el mundo probara krishna-prasada.
En todos y cada uno de los doscientos templos Hare Krishna, yen cada una de las treinta y cinco comunidades rurales que hay en todo el mundo, están abiertas las puertas al público cada día, y todos los que lo deseen pueden comer krishna-prasada. Los domingos, cada uno de esos centros invita al público a un suculento festín. Suculento «banquete del amor» con cientos de preparaciones, un programa que Srila Prabhupada inició en 1966 en el primer templo situado en los suburbios orientales de Nueva York. Cada centro celebra también varios festivales públicos al año, como el Ratha-yatra, Festival de las Carrozas, que es quizás el festival espiritual más antiguo del mundo. Y en cada uno de estos festivales, decenas de miles de personas ven la hermosa forma de Krishna y comen krishna-prasada.
En 1979 algunos devotos crearon en Norte América el Festival de la India, un programa cultural viajero que cruza cada año los Estados Unidos y Canadá realizando 40 festivales en 20 de las ciudades más importantes. Bajo las seis grandes carpas de lona, en las diferentes casetas y frente a los paneles de la exposición, miles de visitantes tienen una experiencia de la cultura védica, tal como fue presentada a Occidente por Srila Prabhupada, con teatro, danza, música, dioramas, literatura védica y banquetes vegetarianos gratuitos. El movimiento Hare Krishna tiene también restaurantes en las ciudades más importantes del mundo: Barcelona, París, Roma, Dalias, Londres, Milán, Los Angeles, Sydney, etc. En la medida de lo posible, estos restaurantes usan ingredientes cultivados en las fincas regidas por devotos de Krishna. Los devotos también imparten cursos para aprender a cocinar Krishna-prasada. Tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos y en Australia, el Club Vegetariano Hare Krishna provee, en la mayoría de los centros académicos universitarios, de una alternativa humanitaria a los cursos de nutrición dados en la universidad, que están orientados hacia el consumo de carne. Al haberse familiarizado con la filosofía de la conciencia de Krishna, que abarca desde los argumentos más elementales del vegetarianismo, hasta los lúcidos argumentos espirituales, la mayoría de los que participan en tales clubs, se han hecho vegetarianos resueltos.
Muchas personas han conocido a los devotos de Krishna gracias al canto colectivo de los sagrados nombres de Krishna. Este canto público, que se originó en la India hace quinientos años, va siempre acompañado de un reparto gratuito de prasada. En algunos países, los templos mantienen restaurantes de prasada gratuito. Por ejemplo, el Mukunda’s Drop-in Centre de Sydney, Australia, donde se han repartido cerca de un millón de comidas desde su inauguración en 1978 hasta finales de 1985.
En 1973 comenzó otro plan para repartir prasada cuando Srila Prabhupada, mirando un día por la ventana de su habitación, en Sri Mayapura, India, vio a una niña buscando comida en un cubo de basura. Desde ese instante propuso que nadie, en diez kilómetros a la redonda del templo Hare Krishna en Sri Mayapura, volvería a pasar hambre, y así lo dijo a sus discípulos. Días después, mirando por la misma ventana, Srila Prabhupada era feliz al ver a sus discípulos ofreciendo prasada a cientos de lugareños, que estaban sentados en largas filas y comían gustosamente en platos hechos de hojas redondas. «Continuad haciendo esto siempre», dijo Srila Prabhupada a sus discípulos. «Repartid prasada siempre:’ Éste fue el nacimiento del plan de asistencia alimentaria de ISKCON, que distribuye en la actualidad más de quince mil comidas semanalmente, especialmente en la India y en África.
Un proyecto similar, «Alimentos Hare Krishna protegen la vida», cumple con su lema «Dando de comer al hambriento en todo el mundo», distribuyendo más de veinte mil platos de prasada diariamente a gente necesitada, tanto en el Tercer Mundo como en los países industrializados de Occidente. El movimiento Hare Krishna es, mundialmente, uno de los más importantes promotores de la dieta vegetariana como solución a largo plazo de los problemas del hambre en el mundo. Y para aliviar los efectos inmediatos del hambre, los devotos de Krishna alimentan a personas que han sido víctimas de desastres, aquellos que carecen de hogar, a los parados ya los que padecen hambre, con su programa de distribución de alimentos, trabajando en cooperación con los gobiernos locales; en algunos países estos programas son apoyados con subvenciones del gobierno y otras aportaciones en forma de productos alimenticios. Sin embargo, estos programas dan algo más que comida. Srila Prabhupada enfatizó que simplemente alimentar al hambriento no era suficiente; era falsa caridad, a no ser que se le de prasada, pues el prasada le libera del nacimiento y de la muerte.
Por tanto, no es sorprendente que al movimiento Hare Krishna se le llame, a menudo, «la religión de la cocina», el movimiento que combina la filosofía con la buena comida. Y, aunque hay algunas personas que no aceptan su filosofía, es raro encontrar a alguien que rechaze su comida. En verdad, cada año son más de veinte millones de personas las que saborean krishna-prasada, alimentos ofrecidos a la Suprema Personalidad de Dios, Sri Krishna.
Esperamos que llegue el momento en que se repartan cantidades ilimitadas de prasada por todo el mundo y que en todas partes la gente ofrezca su alimento a Dios. Una revolución de ese calibre, que afecte al más universal de todos los rituales humanos, el comer, curará con toda certeza la enfermedad materialista de la humanidad.
Fragmento del libro La Cocina Vegetariana de Hare Krishna
Autor: Adiraja dasa
Ed. The Bhaktivedanta Book Trust