Según los últimos estudios que se vienen realizando a nivel mundial, sobre dietas vegetarianas, se ha demostrado que esta es una forma de alimentarse sumamente favorable para la salud personal de quienes la practican, pero más allá de esto también se conocen los variados beneficios que esta forma de vivir conlleva, evita la crueldad hacia los animales y su sufrimiento, además de ser sumamente benéfico para el cuidado del ambiente, algo que en definitiva es bueno para todos y todo.
Pero ha llegado una información sumamente preocupante, las frutas y verduras que llegan a los consumidores en Argentina, tienen importantes cantidades de agroquímicos.
Un informe, recientemente distribuido, deja entrever una situación un tanto riesgosa:
Informe
«BIOS ha solicitado hoy a SENASA que modifique su sistema de análisis para a detección de compuestos orgánico persistentes en frutas y verduras de consumo humano.
El sistema actual que utiliza SENASA para todo el país, no detecta cantidades significativas, y expone a la población al riesgo de bioacumulación de estas sustancias altamente peligrosas, y presentes en plaguicidas de uso masivo.
Muchos de los plaguicidas pertenecen al grupo de los POPs (Poluentes Orgánicos Persistentes) prohibidos a nivel mundial y definidos como sustancias orgánicas de características tóxicas, persistentes (vida media larga), bioacumulables, lipofílicos, factibles de transportarse por la atmósfera y causar efectos adversos a la salud humana y efectos ambientales cerca y/o a distancia de las fuentes.
Los efectos tóxicos de estos compuestos son teratogenicidad, carcinogenicidad, mutagenicidad y disrupción endócrina y se asocial principalmente con efectos crónicos, es decir incorporación de pequeñas dosis durante largos periodos de tiempo.
Por ello, la metodología debe determinar también trazas, cuantificando niveles en el orden de partes por billón (ppb o ng/g), concentraciones bajas en el orden de 0.1 ng/g imprescindibles para evaluar riesgos para la salud humana, considerando sus efectos crónicos.
El SENASA analiza las muestras considerando un límite de detección del equipo de 10 ppb (o ng/g), por lo cual, cantidades significativas de COPs (compuestos orgánicos persistentes) no son cuantificados.
Solicitamos formalmente que, representando este punto un riesgo potencial de bioacumulación y subsecuente efecto sobre la salud, tome la institución medidas para reformular sus métodos de análisis entendiendo que se trata de un problema serio que afecta a todos los habitantes debido a la incompleta evaluación química de las muestras tomadas en el territorio argentino”.
Alertados por esta situación nos contactamos con la Directora de BIOS, la Lic. Silvana Bujan y le realizamos una entrevista para profundizar un poco más en este tema de tanta importancia, no solo para la comunidad vegetariana, sino también para todos los consumidores.
Entrevista
¿De qué forma se controla la presencia de sustancias peligrosas en las frutas y verduras? ¿En qué momento de la comercialización? ¿Cuántas veces?
SENASA (Servicio Nacional de Calidad Agroalimentaria) ha firmado con algunos municipios acuerdos de colaboración para chequear la calidad de las frutas y verduras que se venden en sus distritos. De manera periódica, (entendiendo una periodicidad, al menos en nuestra región, de toma de muestras cada dos o tres meses) buscan residuos de agroquímicos según un menú estimado para la época y para la especie. Confeccionan actas con los resultados y los entregan a las autoridades municipales.
Aquí pueden pasar dos cosas: que el municipio archive los resultados (como ocurre mayoritariamente) o que asuma la responsabilidad de hacer relevamientos propios, si acaso los resultados que le facilita el SENASA son alarmantes.
Hay algunas observaciones pertinentes:
– La lista de productos que los análisis buscan, siempre son incompletas. Se «supone» que el productor usará determinados compuestos, y no otros. Debido a ello, es posible que los vegetales se vendan con residuos tóxicos sin determinar.
– Los productos tienen un criterio de clasificación según la Dosis letal 50, por lo cual los residuos en aquéllas sustancias bioacumulativas, pueden ser aceptados formalmente, pero aun así, debido al consumo regular de los mismos, se acumulan en el organismo hasta límites que desembocan en problemas de salud.
Existe en este momento un pedido masivo y respaldado por el Defensor del Pueblo de la Nación para que se modifique el criterio de clasificación.
SENASA tiene el Programa de monitoreo de residuos de plaguicidas y contaminantes microbiológicos en frutas y hortalizas frescas, en base a lo establecido en la Resolución Senasa Nº 493/01, que creó el Sistema de control de frutas y hortalizas frescas (Sicofhor), para la determinación por monitoreo de residuos de plaguicidas y de contaminantes microbiológicos.
Según la Web de SENASA en el Período de toma de muestra: 09/08/2009 al 06/08/2010 se han tomado un total de muestras analizadas: 433. Cantidad de ensayos realizados: 866. Cantidad de pesticidas rastreados: 19.918. Productos analizados: pera, manzana, limón, mandarina, naranja, uva, durazno, granada, acelga, lechuga, pimiento, tomate.
¿Este control, en qué lugar o lugares se realiza?
SENASA realiza sus análisis en su Laboratorio de Residuos de Plaguicidas de la Coordinación General del Laboratorio Vegetal del Senasa central, en Av. Ingeniero Huergo de Buenos Aires, contando con equipamiento cuya agudeza de determinación es errónea. Los análisis buscan organoclorados (sustancias altamente tóxicas que se usan masivamente en el país, como el Endosulfán con la soja) en cantidades iguales o mayores a 10 ppm (partes por millón) de modo que todo residuo menor a esa cantidad, NO ES DETECTADO.
La Resolución Senasa 148/2007 Establece la obligatoriedad de que los mercados mayoristas inscriptos y registrados en el Registro Nacional Sanitario de Establecimientos Mayoristas de Frutas y Hortalizas Frescas que se encuentren administrados por autoridades provinciales y/o municipales, o bajo la forma de sociedades mixtas pero con participación estatal, implementen un Plan Anual de Monitoreo para detectar la presencia de residuos de plaguicidas y de contaminantes microbiológicos a través de Laboratorios que integren la Red de Laboratorios de este Servicio Nacional o, en su defecto, de laboratorios reconocidos por este Organismo.
¿En todo el país se cuenta con la misma tecnología?
Creemos que si. SENASA central es el parámetro del cual copian los demás centros en el país.
¿Desde que año se ha fijado el limite de detección en 10 ppb? ¿Antes de cuanto era, o no se hacía este tipo de análisis?
NO ES UN LIMITE! es la capacidad de detección del aparato. El límite en Argentina es cero (Resolucion 256/03)
Además, si no está fijado expresamente para determinado producto, la Resolución 256/2003 dice «De no existir una tolerancia establecida por el Codex Alimentarius para estos productos, se establece una tolerancia cero miligramo por kilogramo (0 mg/kg) – (Límite de detección), como nivel máximo de residuo.»
¿Hay casos de personas victimas de los efectos tóxicos de los compuestos contenidos en los agroquímicos?
Miles. En Argentina solamente hay 12 millones de personas que viven en zonas lindantes a campos de cultivos y son fumigadas regularmente. La Red Universitaria de Ambiente y Salud www.reduas.fcm.unc.edu.ar o Paren de Fumigarnos, campaña nacional, relevan miles y miles de casos.
¿Es legal la utilización de plaguicidas pertenecientes al grupo de los POPs que están prohibidos a nivel mundial? ¿Por qué se usan?
En algunos países sí. Pero ya está en la próxima revisión del convenio de Estocolmo la propuesta presentada formalmente por sus asesores de incluirlos en las listas para su eliminación definitiva a nivel mundial.
¿Se puede evitar la utilización de esos agroquímicos? ¿de qué forma?
Aplicando técnicas de agricultura agroecológica.
¿Qué efecto causan los POPs en el ambiente?
Los organoclorados son compuestos químicos orgánicos estables a la luz, el calor, en el aire y la humedad. Persistentes en el ambiente al presentar gran estabilidad y hay biomagnificación al ser poco solubles en agua y solubles en grasas. Su degradación biológica es muy difícil. Son neurotóxicos para el hombre y los vertebrados. Existe uso clandestino de los organoclorados, incluido el DDT, debido a su entrada por contrabando.
¿En los productos orgánicos también se realizan este tipo de controles?
Si, y la mala noticia es que hay COPs también en ellos, ya que son sumamente ubicuos y a través de las corrientes de aire se globalizan, hallando en todas las latitudes residuos de COPS en menos o mayor medida, aún sin haber sido aplicados localmente.
¿Qué puede hacer el consumidor para defenderse de esta situación?
Pregunte, infórmese, averigüe. Contáctese al SENASA y haga todas las preguntas:
Dirección de Higiene e Inocuidad en Productos de Origen Vegetal y Piensos
Sistema de Control de Productos Frutihortícolas Frescos (Sicofhor)
Av. Paseo Colón 367 – 5º piso
E-Mail: sicofhor@senasa.gov.ar
Tel: (54 – 11) 4121-5172
Compre verduras de huertas agroecológicas, o bien produzca sus propios vegetales en la medida de lo posible.
A continuación un documento que nos deja sin comentarios: