Durante los últimos 3 años se ha efectuado un notable avance en la campaña mundial por acabar con las exhibiciones de cetáceos en cautiverio. Particularmente desde la trágica muerte de la entrenadora de SeaWorld, Dawn Brancheau, que fue asesinada en el año 2010 por la orca Tilikum. Desafortunadamente, muchas veces este tipo de calamidades son las que cumplen el papel de catalizadores de los cambios.
En mayo de 2013, La India prohibió la instalación de delfinarios a lo largo de su territorio. A pesar de los proyectos de numerosos empresarios locales e internacionales para construir delfinarios en varias de sus ciudades, la campaña global en contra de los mismos permitió ésta histórica prohibición.
En Corea del Sur, 3 delfines nariz de botella que habían sido capturados ilegalmente fuero liberados exitosamente en julio de 2013 luego de cuatro años de cautiverio. Los delfines habían quedado atrapados en redes de pesca en los alrededores de la isla de Jeju, donde reside una pequeña población de delfines. Cuando la captura fue llevada a juicio por grupos animalistas locales, el alcalde de Seúl dispuso la conformación de un equipo de cuidadores para regresar a los animales a su hogar. Antes de ser liberados, dos de ellos fueron etiquetados y su seguimiento ha demostrado que han podido reinsertarse en el grupo.
En los Estados Unidos, en agosto de 2013 el National Marine Fisheries Service rechazó la solicitud de permiso emitida por el Georgia Aquarium para importar 18 belugas capturadas en aguas de Rusia, luego de que se realizaran multitudinarias marchas de protesta.
Por último, el libro “Muerte en SeaWorld” de David Kirby y el film documental “Blackfish” han puesto sobre la mesa de los medios de comunicación masivos el debate en torno al cautiverio de orcas y delfines.
No solamente los gobiernos y el público están comenzando a plantearse si los cetáceos deben estar en cautiverio, sino también la comunidad científica especializada en mamíferos marinos, luego de mucho tiempo de mirar para otro lado. En diciembre de 2013 en la 20th Bienal Conference on the Biology of Marine Mammals, realizada en Nueva Zelanda, la Society for Marine Mammology aportó un panel de discusión sobre ésta temática por primera vez desde su fundación.
Sin embargo la victoria todavía está lejos. A pesar de los esfuerzos mundiales, la industria de los parques marinos con shows de cetáceos continúa vendiendo miles de entradas en todo el mundo; y los mamíferos marinos siguen siendo arrancados de sus hogares y familias para convertirse en un “entretenimiento” en ambientes estériles y confinados para beneficio de los humanos.
A pesar de que la opinión pública se está volviendo en contra de los espectáculos con cetáceos, todavía queda mucho por hacer.
Fuente: Animal Welfare Institute
por Facundo Moyano