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Crudivorismo

Cuando los extremos son buenos.

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El crudivorismo es el habito de comer los alimentos crudos, la etimología del termino engloba los de origen animal o vegetal, siendo los vegetarianos quienes consumen los de origen vegetal, por lo tanto el «crudivoro vegetariano» es aquel que come todo crudo, frutas, verduras, nueces, semillas, legumbres, cereales, brotes, etc. No cocina o calienta las comidas, prefiere ingerir todo en su estado natural, crudo, conservando de este modo los más valiosos atributos que poseen los alimentos.

Se practica desde principio mismo de los tiempos, pues era la única forma de alimentarse que tenía el humano original antes de que se dominara el fuego, en aquellas lejanas épocas, la alimentación se basaba en crudos, luego con el dominio del fuego, se empezó a cocinar y se perdió esa costumbre, hoy muchas personas se están percatado de los beneficios de este hábito y cada día tiene más adeptos, vale aclarar para quienes no confían en esta forma de alimentarse, que la humanidad en su época crudívora no se extinguió.

Cocinar destruye los nutrientes de los alimentos, por lo tanto, anula sus propiedades nutricionales. Vale recordar que el ser humano es el único animal que cocina sus alimentos, desafiando como siempre las leyes naturales.

El crudivorismo como variante dentro del vegetarianismo, tiene una filosofía similar a este, los crudivoros son en esencia ecologistas defensores de los derechos de los animales y están comprometidos con forjar un cambio global: el regreso a lo natural.

Según la medicina naturista, todos deberían practicarlo aunque sea de forma esporádica, ya que está comprobado que este es el tipo de alimentación vitalizante y reconstituyente indicado como medio eficaz en la curación de la mayoría de la enfermedades.

En Argentina y en le mundo, esta forma de alimentarse está en crecimiento, mientras que algunos vegetarianos son crudívoros por épocas, otras personas también lo practican como método de desintoxicación y limpieza del organismo.

Las ventajas son muchas y están relacionadas con la salud, la ecología y la defensa de los derechos de los animales, siempre generando aspectos positivos para mejorar la calidad de vida, como ejemplo de beneficios que brinda en el orden de la salud, podríamos nombrar que:

• evita la «leucositosis digestiva» producida por los alimentos cocinados.
• la digestión es más fácil
• los nutrientes se asimilan mejor
• no hace falta sacrificar o explotar animales
• protege el medio ambiente y preserva los recursos naturales
• no es contaminante, entre otras cosas.

Mientras que las desventajas estarían centradas más que nada, en la dificultad de conseguir alimentos aptos para la practica del crudivorismo, sobre todo en las grandes ciudades, por eso se sugiere tratar de conseguir los producidos de forma orgánica, o sea libre de residuos de herbicidas, pesticidas y demás químicos que se usan en las producciones agrícolas no orgánicas, y que son altamente peligrosos para la salud humana, además a quienes desean practicarlo, siempre recomendamos ser precavidos y consultar previamente con algún profesional de la medicina naturista, es mejor hacerlo con la guía de un profesional idóneo, para evitar problemas causados por el desconocimiento.

El cuerpo humano está preparado naturalmente para digerir frutas crudas, como los grandes simios, de los que nos separa tan solo un 2 % de genes diferentes.
Aunque también nuestro organismo puede aceptar vegetales de otro tipo, lo optimo es la fruta.
El clásico axioma: «somos lo que comemos» refleja claramente lo que significa la importancia del alimento que consumimos.

Se puede practicar en forma continua o en forma esporádica, algunos profesionales de la medicina naturista recomiendan por lo menos practicarlo una vez al año como mínimo, desde una semana como mínimo.
El crudivorista no cocina, come crudos, accediendo a una variedad muy amplia y nutritiva de frutas y verduras, de donde toma todos los nutrientes necesarios para su organismo. Grandes naturalistas como: Cuvier, Flourens, Sappey, Darwin y otros, en base a la anatomía y fisiología comparada, establecieron la naturaleza frugicrudívora del hombre.

Muchos personajes celebres de la humanidad han sido vegetarianos y esporádicamente han practicado el crudivorismo, entre ellos el gran Hipócrates, Mahatma Gandhi, Leonardo da Vinci, Miguel Angel, Plutarco, Pitágoras, Einstein, Thomas Edison, Bernard Shaw, León Tolstoy, Benjamín Franklin, Voltaire, Albert Schweitzer, Paul MacCartney, Bob Marley, la Reina Sofia y muchos más.

Desde los comienzos de la medicina en occidente, el principal ideólogo ha sido el mismísimo «Padre de la Medicina», como se lo conoce en la actualidad, nosotros agregamos, «el más grande de todos», y nos referimos al genial Hipócrates, quien curaba con los elementos de la naturaleza y sabía muy bien de los benéficos efectos del crudivorismo, más cerca de nuestra época El doctor Paul Carton afirmaba que «comer diariamente ensaladas y frutas es comer salud en barras de oro».

Otros famosos naturistas que promovieron el crudivorismo fueron: Kuhne, el prof. Nicolás Capo, el Dr. Eduardo Alfonso y el Prof. Esteve Dulin de Argentina, entre otros, quien decía «la ingesta de alimentos crudos es la más recomendable para estar sano, y también es la que recomendamos para estados de convalecencia, por eso siempre luego de la extirpación de tumores cancerígenos, prescribimos de tres a seis meses de regímenes a base de alimentos crudos», también su hijo el Dr. Delio Esteve, miembro de honor de la Unión Vegetariana Argentina, es un ferviente defensor del crudivorismo y siempre lo practica.

Sin exagerar, todos los grandes vegetarianos y naturistas de todas las épocas han recomendado comer crudos.

Hoy ante el avance de la alimentación natural, algunos sectores acuñan nuevas enfermedades para desprestigiar a quienes se preocupan por alimentarse sanamente, así se ha creado la ortorexia, un concepto nuevo, con el cual se intenta demonizar a quienes desean alimentase de una forma sana y natural, aunque en realidad se aclara que el término se refiere a una practica obsesiva, pretender generalizarla a quienes buscan alimentarse correctamente, parecería ser un patético manotazo de ahogado que da la actual industria de la salud por temor a quedarse sin clientes, pues una alimentación correcta por si sola, aleja la enfermedad y mantiene la buena salud.

Según David Román, presidente de la UVE, Unión Vegetariana Española y miembro del Concejo Supremo de la IVU, International Vegetarian Union, aclara que «Como diversos nutricionistas confirman, la mayoría de la gente padece el problema opuesto: no se preocupa lo suficiente de lo que come», agrega luego: «en el campo de la alimentación, sin duda creo que el trastorno más generalizado es el de la ignorexia», entendiéndose como tal a la obstinación por ignorar deliberadamente las características de los alimentos, es decir, confiar ciegamente en lo que la industria ofrece y que las autoridades sanitarias se encargan de «controlar».

Debemos dejar bien claro, que la elección sensata de la forma de alimentarse, no es una obsesión, sino una opción totalmente válida y que puede conllevar numerosos beneficios para la salud y el bienestar personal.

 

 

Manuel Martí
Manuel Alfredo Martí
Publicado en la revista El Vegetariano Vegano Nº 20

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