El debate está abierto y no tiene forma de desaparecer.
Los hechos tienen mucha más consistencia que los dichos, como siempre ha sido y siempre será.
Esta enfermedad se empieza a extender y ya no hay tiempo para seguir discutiendo banalidades, las pobres vacas han adquirido un mal que no les es propio, que no les corresponde, si no fuera por esta nueva locura del hombre, que con excedente de soberbia, sigue alterando la naturaleza a su antojo.
- ¿Será un nuevo adelanto de la ciencia?
- ¿Darle de comer carne a seres herbívoros?
- ¿El hombre todo lo puede?
- ¿Los científicos tienen poderes divinos?
- ¿Estos son los avances tecnológicos?
Ya en 1923, el padre de la antroposofía, Rudolf Steiner decía: “¿Qué sucedería si, en lugar de vegetales, el buey se pusiese a comer carne? Se llenaría , sobre todo, de ácido úrico y de urato. El urato tiene propiedades particulares, tales como tener una afinidad con el sistema nervioso y el cerebro. Si el buey comiese carne directamente, esto resultaría en un aumento de la cantidad de urato; el urato iría al cerebro y el buey se volvería loco” (*)
78 años después de este escrito parecería que los sabios de hoy, con toda su tecnología, no se percataron de este pequeño (¿?) detalle.
(PARA PENSAR) Desde un punto vegetariano/vegano podríamos decir, que del mismo modo que las vacas, el hombre (dada su constitución fisiológica de frugívoro o por lo menos de herbívoro) alimentado con carne, sufriría las mismas consecuencias que ellas, “la locura”.
Parece que los responsables de dirigir los destinos del mundo piensan que ni a ellos ni a sus hijos los alcanzarán las mutaciones y desbarajustes genéticos, ni las diferentes contaminaciones que acechan en cada esquina… O será que cuando el caos domine todos los rincones del mundo, ellos escaparán en algún cohete hacia otro planeta? O simplemente serán unos reverendos idiotas que por unas monedas y poder asesinaron a sus propios hijos?
En medio de transgresiones genéticas, escapes radioactivos, derrames de petróleo en ríos y mares, alimentos contaminados, falta de agua potable, enfermedades causales, desinformación pública, etc, la gran masa de habitantes humanos, asisten a la minuciosa destrucción de su hogar, sin atinar ni siquiera a escapar, menos a defender su hábitat. Como simples espectadores de una película, que lamentablemente no es una película.
Miran TV o leen los diarios y sólo se preocupan por el show y sus estrellas.
Las pobres vacas locas son una nueva señal de la naturaleza, avisándonos sobre los peligros de la ignorancia de algunos científicos y sus jefes (las compañías que los contratan), este es preludio de una pandemia que será devastadora y de consecuencias imprevisibles, producida por la enfermedad de los hombres locos.
(*) fuente: Conaissance de la santé. Infos. Pág. 6.